3. Operaciones
Otro punto vital.
Normalmente, el emprendimiento en ecommerce, o tiene una gran inversión por detrás, o se hace de manera parcial, como “side-project”, mientras tenemos una fuente de ingresos principal (a.k.a. trabajo a jornada completa) que sustenta nuestra vida.
Volvemos a entrar en la variable tiempo.
Si por méritos o casualidad, nada más comenzar tu página web, te empiezan a entrar los pedidos, enhorabuena.
Ahora hay que prepararlos. Uno a uno.
Con su cajita o bolsa, su etiqueta de transporte y el pack de “picking” standard.
¡Ah!, que se me olvidaba… por supuesto, tienes que tener un sitio donde tener almacenada la mercancía. Al principio puede valer la habitación de invitados, pero si te va bien, es muy poco sostenible.
Así que, imagina volver de tu jornada de trabajo y tener 50 pedidos. Y este es tu bendito problema, porque significa que algo estará funcionando.
Pero ponte a prepararlos. La vida es dura. Sí.
El que algo quiere, algo le cuesta. También.
Pero nosotros somos inteligentes, ¿no?, usemos la inteligencia.
Repito por tercera vez. Esto en Amazon no pasa. Han creado (no ahora, sino hace ya algún tiempo) una genialidad llamada Amazon FBA.
Tú envías tu stock a sus almacenes y ellos se encargan de preparar y enviar individualmente cada pedido.
Con su logística. Con su sello Prime.
He oído por ahí que la logística de Amazon es bastante buena. 😆
Sí, te cobran una tarifa de logística por cada pedido y un coste de almacenaje mensual.
Pero las agencias de transporte y el “casero” de tu almacén (o el 3PL que contrates) no es que sean hermanitas de la caridad que no cobren a final de mes.