EcommLetter #137: qué pasa si le pides esfuerzo a tu cliente.

En la edición de hoy os cuento una historia dramática sobre un intento honorable por hacer algo bien, que utilizó una complicada estrategia para conseguirlo.

nov 27, 2022

Hola, soy Pablo Renaud. Estás leyendo la EcommLetter, mi newsletter dominical con inspiración, consejos y recursos para vender online con éxito. Te la recomiendo leer con un buen café ☕️.

🧠 Una idea

Estamos en abril de 2018. Emma y Miles se juntan y deciden hacer algo con el problema de la contaminación por plástico que llega hasta nuestros océanos. Ponen foco en los plásticos de un solo uso, que empiezan a estar mal vistos en EEUU.

Con un poco de I+D preparan un prototipo de producto reutilizable, que puede marcar una gran diferencia en su país. Un país al que se le ha ido de las manos lo de los plásticos reutilizables y que descartan cada día plástico para dar la vuelta a la Tierra tres veces 🥹.

Y como son ávidos lectores de la EcommLetter (😆), saben que es igual de importante crear un mensaje potente que tener un producto potente: “serás tan fuerte como lo sea tu mensaje (EcommLetter #122)”.

▶️ Así que preparan esta campaña en Kickstarter, que me parece brillante.

▶️ No dejéis de ver el vídeo (y si a alguno os recuerda a otro producto del pasado, ponedlo en comentarios 😆).

¿Qué sucede a continuación?

El producto FinalStraw, una pajita transportable y reutilizable, tiene sentido, es innovador y está suficientemente bien pensado como para “ponérselo fácil” al usuario. A priori.

Sin esto, es imposible que un producto coja tracción y cambie el hábito de su público objetivo, que se basa en usar pajitas de un solo uso y luego desecharlas (cero complicaciones, máxima comodidad).

Lanzan un crowdfunding en Kickstarter. Pero empiezan los problemas: el apartado de reseñas está lleno de gente quejándose de que no les llega nada, incluso años después de haber apoyado el proyecto. Algo está pasando, algo no va bien.

Además, navegando por sitios de reseñas, se encuentran numerosas quejas de usuarios sobre el producto. Especialmente relacionadas con la aparición de moho dentro, que lo convierte en peligroso. La limpieza tras su uso no es tan sencilla como parece y esto supone un duro revés para la viabilidad de FinalStraw.

No obstante, Emma y Miles siguen a muerte con la idea, empujan y llegan a la final de SharkTank (el FactorX de los emprendedores):

Lamentablemente NO consiguen financiación de SharkTank para seguir creciendo. Y las copias chinas de su producto empiezan a llegar a EEUU, complicando mucho el futuro de FinalStraw 🙃

La traición

La cosa se complica cuando Miles, uno de los cofundadores, es descubierto creando una empresa paralela sin Emma, su cofundadora en FinalStraw. Miles es expulsado y desaparece de la ecuación. Emma se queda sola ante el peligro.

Un producto innovador, pero que exige demasiado a su cliente potencial. Un socio traicionero. Los chinos pisando los talones. La financiación complicada…

¿Rendirse? ¡NO! ¡Virar o iterar!

El renacimiento

De alguna manera, el equipo de Final.co supera los problemas iniciales y consigue sacar una versión 2.0 del producto, más sencilla de limpiar y con menos problemas de moho.

Ahora: no veas lo complicado que ponen el tema del mantenimiento de producto. Demasiado siguen pidiendo al usuario medio.

Las ventas cogen tracción, especialmente en marketplaces y parece que los problemas de calidad y de product-market fit están controlados.

Las reseñas en Amazon son buenas y el portfolio de productos de “Final” crece.

El desenlace

Los últimos datos que tengo afirman que la empresa es rentable y facturará unos siete millones de euros al año en 2022. Me alegro por ellos.

Como consumidor, creo que su producto es interesante, pero exige demasiado trabajo para el usuario. Solo usuarios muy pro-planeta se tomarán estas molestias.

La idea inicial que tuvieron fue maravillosa. El foco en hacer un producto muy transportable (quizás clave para su adopción en EEUU), perjudicó la facilidad de uso y excluyó a muchos otros usuarios.

Conclusión

ℹ️ Según el Indicador Sean Ellis, la pregunta clave para saber si una idea como estas va a coger tracción es la siguiente: “si mañana este producto que usas desapareciera de repente y no pudieras usarlo más, ¿cómo te sentirías?”

Es deseable que al menos el 40% de los usuarios consultados de digan que se sentirían “muy fastidiados”. Esto -según descubrió Sean Ellis-, marcaba la diferencia entre startups que crecían como cohetes y las que peleaban por seguir a flote.

¿Preguntaron esto a sus clientes de FinalStraw? No lo sabemos, pero tengo la sensación de que muchos clientes sentirían un alivio por no tener que preocuparse ya más por el esfuerzo de limpiar y mantener a punto este producto tan complicado 😉

Volveré a hablaros del Indicador de Sean Ellis; da mucho juego. Prometido.

Y tú, ¿qué vas a hacer con lo de los plásticos?

ℹ️ Yo hace tiempo que no uso plásticos de un solo uso. Por principios. Si te cruzas conmigo en un evento, siempre me verás con una botella de metal para el agua.

Y en casa hace tiempo que resolvimos el tema de las pajitas, de los bastoncillos, de los platos y vasos para fiestas, del film de plástico para conservar alimentos y de las bolsas de la compra. De las malditas bolsas para hacer la compra, que casi me cuestan el divorcio. Pero esa historia, amigos, es para otro día 😉

▶️ Si quieres, empieza por algo sencillo. Para dejar de consumir pajitas para beber en casa esta solución de metal es más sencilla. O te recomiendo esta otra de silicona, que es la que nosotros tenemos en casa desde hace un par de años. Va genial. Se limpia sin ninguna clase de problema. Y se puede transportar casi igual de bien que FinalStraw. Más simple, menos trabajo para el usuario, más barato = mejor.

Para otras soluciones creativas contra el residuo de plástico (tengo muchas), háblame en comentarios 😊

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🗓 Nuestra semana

Se nos cruzaron los cables y decidimos hacer un streaming la tarde antes de Black Friday. Para charlar con los que os dedicáis al ecommerce, que estaríais súper tranquilos ese día ¿verdad? 😆

Somos así, lo llevamos haciendo 5 años (primero como Universidad Ecommerce y ahora ya en esta nueva etapa de M4C Academy). Es una especie de celebración del día de arranque de la campaña navideña y es ya una tradición.

Muchas gracias a los treintaipico (sí, se escribe así) valientes que nos acompañaron, en lugar de estar ultimado detalles del Black Friday, y nos ayudaron a probar la nueva plataforma de eventos online 🙌 (MOLONA, ¿verdad?)

Hubo sorteos de camisetas molonas y concurso de conocimientos de ecommerce, hubo risas, participaciones inesperadas y muchos aplausos virtuales y corazones. La experiencia fue muy distinta a la de otros streamings. Me encantó.

▶️ Si participaste en el streaming, me encantaría leer tu opinión en comentarios. O respondiendo a este email.

▶️ Si te lo perdiste, debes saber que anunciamos muchas cosas, pero sobre todo es importante esto, que caduca en breve y es lo mejor -con mucha diferencia- que hacemos en todo el año 😱

💡 Inspiración

Tras el tema de hoy, la inspiración nos tendría que venir de personas que estén marcando una verdadera diferencia en causas sociales o medioambientales.

Es el caso de Yvon Chouinard, al frente de Patagonia: una exitosa empresa americana de ropa y actividades al aire libre, que lleva desde 1973 vendiendo productos, pero también una forma de ser y de actuar muy especial. Se puede afirmar, sin lugar a dudas, que se preocupan por el planeta y por la gente.

Para saber más sobre Patagonia:

Evidentemente, no hacen campañas agresivas de Black Friday. Aquí lo explican. Y destacan por su enfoque “anticonsumista”, siendo una marca de consumo 😉.
Recientemente han regalado el 98% de sus acciones a una ONG. Su fundador lo explica en esta preciosa carta: “su único accionista ahora es La Tierra”.
Tomás Alonso nos cuenta más sobre esta icónica marca en la edición de hoy de
Café y Negocios
. Aquí la tienes.

Seguro que si escarbamos, encontramos pegas. Porque no dejan de ser una empresa, con ánimo de lucro hasta hace muy poco. Pero, qué quieres que te diga, me encanta su ejemplo y ya me gustaría aportar tanto como ellos algún día.

Espero que a ti también te inspiren y te ayuden a crear un negocio con propósito 😊

🙋‍♂️ Despedida

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Un saludo y muchas gracias por ser fiel lector de la EcommLetter.

— Pablo Renaud

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